Desde el lunes que ando con una cara de poto indisimulable. Paso alternativamente por momentos depre, en los cuales me pueden decir que hay un incendio en el edificio y me daría lo mismo, y por períodos rabiosos en los cuales lanzo rayos por los ojos y gruño a la menor provocación.
En la empresa trabajan dos de mis mejores amigas y me resultó curioso ver cómo se comportaban a raíz de mi comportamiento. Andrea, mi amiga seria y anti-hombres, trató de ignorarlo y actuó como si fuera un día cualquiera con una Anaís bien, gracias. Angie... bueno, ya saben lo que ocurrió con Angie y sus consejos psicológicos poco apropiados para la ocasión.
Gracias a Dios que tengo a Óscar, pues siempre puedo contar con su abrazo y su eterna paciencia para escucharme. De puro tonta no recurrí a él desde un comienzo, debe ser esa tontera que a veces nos da por pensar a las mujeres que dice que entre nosotras nos entendemos mejor. La verdad yo creo que me siento más cómoda con Óscar... aunque claro, él tampoco es lo que se llama un hombre...
Ellos son mis más cercanos, mi grupo de contención, a los que siempre recurro primero. Sin embargo hoy día me pasó algo muy lindo y que me hizo darme cuenta de un par de cosas: a veces a los más cercanos, ya sea porque te conocen mucho o pasan demasiado tiempo contigo, les cuesta darse cuenta de cosas esenciales.
Andrea, por ejemplo, que minimizó mi problema y seguro lo echó al saco de los “típicos rollos de la Anaís” sin tener muy en claro de qué se trataba, o Angie que comenzó a darme consejos como si eso fuera lo que necesitara (por lo menos no en ese momento).
En cambio, hoy en la mañana comencé a conversar con Martín, un antiguo compañero de colegio a quien reencontré gracias a Facebook, por msn y le conté resumidamente mi drama. Inmediatamente me consoló, me dijo palabras tiernas y me invitó a almorzar (trabaja relativamente cerca). Increíble cómo me alegró el día ese hombre.
Es cierto, es un poquito jote para sus cosas y más de una vez he pensado en borrarlo de mis contactos, pero juro que hoy día me hizo bien. No me preguntó más de lo que debería haber preguntado ni escarbó en la herida. Hizo algo mil veces mejor: me hizo sonreír.
18 de Marzo
Hace 8 meses
13 comentarios:
Todos tienen su fin en el vida...
Saludos
Y aplausos por la frase "cara de poto indisimulable". Rifada!
De qué parte de Chile eres?
Lo mejor en esos casos es distraerse, que mejor si te hacen reir?
A veces uno necesita desconectarse totalmente, incluso de los que te conocen y son tus amigos.
Un abrazo.
Ehmm... no se que decirte... porque cuando me pasa asi.. hay dias que solo quiero enterrar la cabeza en la almohada y no decir ni pio.. y otras veces.. necesito caminar kilometros... con el viento en la cara.. mejor si es bajo la lluvia....
soy re lunatica para mis depres....
Asi que solo te dire... Animo!
=D
pd... yo tb supe que eras chilena gracias a la cara de poto.. jajajaja..
Vamos.. un abrazo de oso!
En los momentos malos, más que alguien que te esté reprochando las cosas, es mejor estar en compañía de alguien que te haga olvidar el mal momento que se está pasando...
Yo para eso tengo a mis compañeros de trabajo, hablan tanta tontera junta que me alegran el dia :D
Saludos!
Bueno una sonrisa, vamos progresando. Como decía la canción de John Denver "algunos días son piedras y otros diamantes", no todo van a ser piedras, que lleguen pronto los diamantes.
Me gustó la expresión de "cara de poto", es curioso como en un idioma se dan tantos particularismos, aquí en este lado del charco diríamos "cara de acelga".
Buen fin de semana y sigue sonriendo.
Saludos
La vida da muchas sorpresas. Y respecto a lo de andar en un estado "bipolar", bueno, eso simplemente es algo que no se maneja muy bien en cualquier ser humano.
Y nunca está demás tener a alguien que lo contenga y de repente, lo haga subir.
Beijos.
Santiago
Creo que lo mejor de todo es tener la oportunidad de ajustar el lente, con los días la rabia pasa, la pena también, la perspectiva cambia, la vida te demuestra que siempre existen cambios que fortalecen el alma, un abrazo!!!...
Blogger Pechocho: jajajajja… parece que hizo gracia la frase. Soy de Santiago.
Leslie: me pilló bien de sorpresa, en realidad, pero fue una sorpresa agradable. Abrazos.
San: eso de caminar con el viento en la cara, sobre todo si es en la playa en una tarde de verano es muuuy agradable. Gracias por el abrazo de oso (y va otro para ti) :)
Faby: sí, es cierto eso de los compañeros de trabajo… jeje. Las minas del área comercial tienen sólo dos temas de conversación: sus hijos y la tele. Llegan a resultar tan cargantes, que me termino riendo. Saludos.
J. Carlos: John Denver tiene canciones muy bonitas. Country Roads es una de mis preferidas, creo que en este minuto me pondré a bajar más, me diste ganas de escuchar a Denver.
Y lo de ‘cara de acelga’ es muy divertido, nunca lo había escuchado… ¿alude a lo mismo?
Santiago: ¿la vida es como una caja de bombones?... jajajaja. Sí, siempre es bueno tener a alguien que nos suba el ánimo. Gracias por hacerlo tú también. Saludos :)
Claudia: lo importante es siempre estar receptiva a esas oportunidades que la vida nos da y no encerrarse en el dolor. Gracias por pasar.
JAJA..que lindo que salgan hombres asi como de la galera no?? y que encima tenga la re predisposicion de hacernos pasar un lindo rato..
me paso algo parecido ayer con mi mejor amigo.. sali , me emborrache y me olvide de las penas por varias horas.. y de lo otro que paso?? hablaste con simon? besos
Benditos aquellos que pueden arrancarnos una sonrisa en momentos dificiles!!!!
Beetlejuice Girl: Toda la razón. Nada mejor que un buen amigo para recordarnos lo "bueno de la vida" ... jeje. Respecto a Simón... Bueno, puedes revisar la nueva entrada (¡grrr!)
Beren: hay gente que tiene ese rarísimo don. A mí me encantaría gustaría tenerlo, pero a veces soy tan grave.
¡Gracias por escribir!
A veces buscar algo que nos haga sonreir es lo que hace poco a poco ir saliendo de todo lo demás, busca siempre esa sonrisa en aquello que por pequeño que sea te haga feliz..y sonreir...
Besos.
Moni: sí, nunca hay que perder la capacidad de reír, ni siquiera en los peores momentos. Gracias Moni y tú también sonríe, que siempre tendrás razones. Un abrazo muy muy grande.