domingo, 31 de mayo de 2009

Fue un simple topón

— Eres muy linda.
— G-gracias —sentí que mi cara estaba a cien grados.
— ¿Quieres pololear conmigo? —dijo, acercándose a mí, mientras bailábamos “Back For Good” de Take That.
— ¡Ay, Julián! No sé... —lo miré y me derretí: quería que ese hombre me besara, que me arrancara la ropa y me tocara todo el cuerpo— Sí. Me gustaría.
— ¿Puedo darte un beso? —dijo con voz agitada, llena de felicidad.
— Me... me encantaría.

Fue un simple topón. Yo abrí la boca, esperando su lengua, pero no pasó nada. En ese entonces yo me sentía una experta en besos, pero Julián era francamente fome. Ahora entiendo que eso era un mal presagio: tardé más de 3 años en convencerlo para que hiciéramos el amor. Y eso que conseguí que lo hiciéramos antes de casarnos.

Julián viene de una familia tradicional: descendiente de alemanes, el concho de la familia, es de los que va a misa todos los domingos con la mamá y luego almuerza con ella. Incluso al comienzo de nuestra relación, y aunque nunca me he sentido muy cerca de Dios ni de mi ex suegra, solía acompañar a Julián a la misa dominical de vez en cuando.

En el colegio, Julián era el mejor partido de su generación: todas las niñas de la media andaban detrás de él y yo no era la excepción. No sé por qué se fijó en mí: nunca me he considerado muy bonita, ni muy brillante. Mis notas eran buenas, pero no excepcionales. Él estaba en cuarto medio y yo en segundo cuando nos conocimos. Nos cruzamos en un par de fiestas, bailamos algunas veces, conversamos trivialidades y de pronto, cuando compartíamos nuestro primer lento, me pidió pololeo.

De inmediato pasé a ser el blanco de la ira de todas las minas de la media: Julián nunca había pololeado, ni siquiera había dado un beso, y un lunes de primavera llegamos juntos de la mano. Desde entonces, mi vida en el colegio se convirtió en un infierno: las minas se hacían amigas mías para acercarse a Julián, coqueteaban con él frente a mis ojos, y pasaban pelándome a mis espaldas. Lo más suave que escuché de rebote fue que “Julián estaba conmigo por lástima”.

Oriana, la niña más linda de la media era, de lejos, la que estaba más furiosa. En una ocasión, mientras yo estaba en el cubículo del baño, entró Oriana con sus amiguis.

— ¿Viste cómo te miraba las pechugas el muy fresco? —lanzó una mina con su voz permanentemente disfónica.
— Ay, sí. Ese Julián es un carepalo —reconocí la voz de Oriana—. Mira que pololear con la pajarita y andar mirando pechugas ajenas... Atroz.
— No les doy más de dos meses —espetó una tercera—. Se viene el verano y ella no va a tener cómo competir.
— Sí, pobrecita —concluyó Oriana—. Ella no tiene la culpa de ser tan poco desarrollada.

Salieron inmediatamente después de ese breve diálogo, lo que dejaba en evidencia que ellas sabían que yo estaba ahí. Pero habían conseguido su objetivo: en ese momento me estaba tocando las pechugas.

20 comentarios:

Elías ... dijo...

El "Mejor Partido"...frase repetida...es como el mejor promedio en el colegio o en la U, el es mejor, pero no te asegura que sea el más bueno en lo suyo...

El complejo de las pechugas en las mujeres no es menor, es tan antiguo como el complejo del tamaño en los hombres; lamentablemente frente a la publicidad, queda una altisima vara frente a nuestros atributos (lo digo para hombres y mujeres)...pero como dice Clos de Pique, "la calidad va por dentro"...

Cariños!

SRTA TEMPLARIA dijo...

O tenemos la misma edad o esa canción trascendió más de lo que pensé.. a mi también me encanta y de hecho es la melodia de momentos importantes de mi adolescencia..

Buen relato..
saludos
PAU

Michelle dijo...

gente envidiosa! salvajes sin cerebro!
Me da risa que la gente se enfoque tanto en las pechugas, si la gente se quiere no tiene importancia tener o no tener, aunqeu si sirven para una impresion impactante jaja, pero encuentro horrible conocer alguien y que solo te miren el escote, pensaba que eso era un mito urbano, parte de las historias de adolecentes, uno se siente una cualquier, yo tengo la "bendicion/maldicion" de tener un buen busto talla D y flacucha. Ahi que aprender a vivir con eso. Juro que tiene bastante contras! asi que espero nadie se preocupe de tener pechugas!

besos!
me encanto tu historia!

Bowman dijo...

Una mala tarde la tiene cualquiera. La verdad que un hombre demasiado unido a su madre suele ser problemático, no suelen tener independencia de criterio, siempre esperan la aprobación de mamá.
De todo se aprende, buena historia.
Cuidaté mucho.
Saludos

★Honey Moon★ dijo...

jajaja!! pololep dices?? guau..que termino tan chistoso, aca en argentina no se usa,y que formal era el para pedirte besarte, las generaciones actuales no hacen tanto preambulo.. jeje.. te encanjan beso y ya.. asi.. sin permiso =P
besos anais.. gracias por pasarte siempre por mi blog y leerme..

Hakuna Matata dijo...

Alguna vez me dieron mi primer beso, con un medio mino en una gira de estudios de segundo medio, en ese momento conocí el lado oscuro de las minas, me di cuenta que no podía tener amigas mujeres por mucho tiempo, a pesar que soy de las piolas, que jamás paliaría por un hombre, que calla y que deja que las cosas fluyan, hoy casi completando las dos decadas, todavía recordamos aquel paseo y todavía me siguen pidiendo perdón y yo que ni sabia tanta vulgaridad que se entretejía a mis espaldas, pero como dice el dicho “la verdad sale a flote tarde o temprano”.

Anónimo dijo...

Ahi pero que minas hdp! yo ahi nomás hubiese salido sarcásticamente a decirles, lo que es la envidia, que hay que andar inventando ee, se mueren ahi nomás, que perras la verdad

Anaís Sandiego dijo...

Elías: tienes razón con eso de la publicidad... si hasta a las modelos las photoshopean, ¿qué queda para una? Regirse por sus patrones es lo peor que podríamos hacer (pero inevitablemente es un parámetro). Un beso, Elías.

Srta. Templaria: (mejor te digo Pau, ¿bueno?) tenemos casi la misma edad, por lo que vi en tu perfil tú tienes 27 y yo voy para mis 29, estoy a punto de caer al abismo de los 30. En esa época se llevaba mucho Take That, una canción que a mi me encantaba “Kiss from a rose” de Seal y Elastica, ¿te acuerdas de ella? (mi carnet está en el suelo... jajajajaja).

Michelle: recuerdo que tenía un amigo en la Universidad que decía que los hombres se dividían entre los que veían pechugas y los que veían traseros... jajajajaja (además después descubrí que Julián era de estos últimos). Por suerte eso nunca me ha afectado demasiado.

J. Carlos: por no decir mamón... jeje. Por lo menos la experiencia con Julián me enseñó a mantener a los mamones a raya. Saludos.

Beetlejuice Girl: acá en Chile usamos el “pololear” cuando queremos decir que estamos saliendo en serio con alguien. Y Julián es un caballero a la antigua, aunque volviera a nacer seguiría siendo una especie de Phileas Fogg.

Claudia Azócar: toda la razón. Lo mismo me pasó a mi, desgraciadamente cuando uno es muy joven es difícil protegerse de esas verdaderas arpías.

Srta. Amor: yo creo que ahora sí lo haría, pero en ese entonces, y con sólo 16 años, era bastante pava, en realidad.

Francisca dijo...

Conozco demasiado bien esas tipas que se acercan solo para coquetear con el pololo aaaaaaaaaaaarrghh!!!!!!! que rabia, ya mejor no sigo pensando en eso, que me voy a enojar mucho :(
Saludos!!

Natilla dijo...

ay, esa canción, qué recuerdos!
bueno, soy de la idea (quizás errónea) de que quienes peor lo pasamos en colegio somos los más normales, eso te da como más "cuero de chancho" para otras cosas que vienen después. Minas así, como las del baño, nunca faltan, gente que te trata de cagar por envidia, tampoco, sólo que a los 16 nos afecta más y no sabemos cómo reaccionar y defendernos. A veces no sabes cuánto me alegro de ya no ser adolescente...
Me gustó leer la historia de cómo se conocieron, tiene varias dicotomías, esa mezcla entre "la historia perfecta" el amor del colegio con el que terminas durando mucho más de los 3 meses que las minas del baño "les dieron" y a la vez esas primeras señales de que no todo andaba bien... tanta misa, tanta tradición... no sé, nada en contra de la gente que es así, pero yo no lograría relacionarme por mucho tiempo con un hombre tan así... Pero es una opinión muy personal, claro está.
Saludos!

Polin dijo...

Al final fue el peor partido para ti!! Que duro es darte cuenta ahora que el no era para ti...aquí estoy yo, al lado de él, varios años de matrimonio y si lo miro a los ojos, tengo todavía la certeza de amarlo. Espero tu encuentres esa certeza de nuevo.

Mo dijo...

Anaís, ese comienzo con Julián me ha hecho recordar a mi primer año de la uni, a como conocí a un chico que se llamaba Andrés y por el que todas bebiamos los vientos..y fue para mí..al menos durante un tiempo..No era tan "decente" je je, y gracias a Dios mis amigas me apoyaron..pero hubo de todo.

Recordar un comienzo siempre es bello, sobre todo cuando ya te acuerdas de él y simplemente sonries por como fue, cuando ya no hay dolor, y sólo nos quedamos con lo bonito, con la anédota, con aquel día, aquel momento...

Un beso amiga..

Leonardo López Orozco dijo...

Las mujeres son unas arpías cuando están picadas, nunca miden lo que dicen y rara vez le importa, o muchas veces se arrepiente, en cambio los hombres nos pegamos un par de puñetazos y terminamos bebiendo cervezas juntos...hay diferencias en el genero que jamas entenderé, pero definitivamente opto por lo de la cerveza.
Saludos!

Anaís Sandiego dijo...

Francisca: realmente dan rabia, me refiero a cuando se les pasa la mano y son arpías. Y peores son los hombres que se fijan en ellas. Saludos.

Natilla Adhara: es que yo en esa época tenía una visión del amor mucho más estrecha, no sé. Creía que si yo transaba ciertas cosas todo iba a funcionar bien, pero siempre hay que tener en cuenta que no se puede transar la esencia. Porrazo harto fuerte, pero del que espero haber aprendido. Besos Natilla.

Polín: Realmente espero encontrar a un hombre que me dé esa certeza, pero a veces me pregunto si vale la pena tanto esfuerzo para encontrar a un Mr. Right que no sé si exista.

Moni: así es. No puedo negar que esa época es una de las más bellas que he vivido, por supuesto que hay un poco de nostalgia en ello, pero sólo por recordar un gran amor que ya pasó, recordar lo lindo que fue para ambos, pero sin tristeza, sin esos “por qué no resultó” que me cuestionaba en un principio. Ahora es sólo un lindo recuerdo. Un besote gigante para ti Moni :)

Leonardo: quizás lo que nos falta a las mujeres es pegarnos esos puñetazos... Pero cuando lo hacemos, solemos clavarnos las uñas...Un abrazo y gracias por pasar :)

Juendy.cz dijo...

pero sabes? a mi me encantaria encontrar uno asi.. super tradicional, tranquilo lindo.. que sepa esperar
no apurado como otros ¬¬''
en fin.. cada quien con sus gustos.. xro el mundo esta loco XD

...
siempre estan las envidiosas.. nunca faltan =/

Unknown dijo...

Linda historia.

Se de una amiga que le pasó algo similar con el tema del sexo en el pololeo. El tipo era más frio que un témpano. Así y todo el parcito pololeó 7 años!!!... Se casaron y duraron menos que un pedo en un canasto.

Saludos

Sandra

Anaís Sandiego dijo...

¤Jû€nðy: Tienes razón, el mundo está loco. Yo descubrí muy tarde que Julián no era el hombre que yo quería, aunque entiendo que haya mujeres que prefieran a alguien aburrido. De hecho, sinceramente, espero que él encuentre a esa mujer.

Sandra: jajajaja! No sé qué nos pasa que podemos dejar pasar tanto tiempo antes de reclamar por lo que nos molesta.

Saludos a las dos y gracias por pasar.

Lágrima Perpetúa dijo...

Eras la envidia de las demás, por eso los comentarios, pero relamente el final fue muy bueno, yo hubiera hecho lo mismo jajaja!

Saruki dijo...

Cuidado, que las mujeres somos armas de doble filo.. y qué filo!!!!

Anaís Sandiego dijo...

Lágrima Perpetua: es que yo creo que fue una reacción casi instintiva... jeje.

Saruki: ni qué decirlo, podemos ser muy peligrosas, sobre todo entre nosotras mismas.

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